En este artículo voy a desmentir algunas afirmaciones que hemos escuchado desde muy temprana edad. Hemos crecido con ellas y se han convertido en los pilares de nuestra percepción y toma de decisiones.
Estas ideas, transmitidas a través de la cultura, la educación y el entorno social, a menudo se aceptan sin cuestionamiento. Sin embargo, a medida que avanzamos en nuestra experiencia y reflexión personal, nos damos cuenta de que muchas de estas afirmaciones no se sostienen frente a la realidad. Además, si te fijas, todas ellas están encaminadas a que tengamos una vida más estable y menos flexible.
Hoy vamos a cuestionar la validez de cada una de estas afirmaciones, aparentemente incuestionables. Vamos a buscar la verdad más allá de las convenciones sociales.
«Estudia una carrera, así tendrás un buen trabajo»: La carrera te puede brindar oportunidades laborales, pero no garantiza un buen trabajo. El mercado laboral es dinámico y está sujeto a cambios, y la demanda de diferentes carreras fluctúa con el tiempo. Además, el éxito profesional no se limita únicamente a tener un título, sino también a adquirir habilidades relevantes, experiencia laboral y capacidad de adaptación.
«Para ser feliz, hay que vivir en pareja»: Muchas personas encuentran felicidad en una relación de pareja pero evidentemente no es la única forma de alcanzarla. Tampoco el hecho de vivir en pareja, garantiza que seas más feliz. Hay relaciones infelices que se mantienen durante años solo por esta creencia.La felicidad puede encontrarse en todas las áreas de la vida, como el trabajo, los hobbies, las amistades y el crecimiento personal.
«Comprar una vivienda es mejor que alquilar»: La elección entre comprar y alquilar una vivienda depende de varios factores, como la estabilidad financiera, los objetivos a largo plazo y la flexibilidad deseada. Comprar una propiedad puede proporcionar seguridad a largo plazo, pero también conlleva gastos adicionales y la posibilidad de una disminución del valor de la propiedad. Alquilar brinda flexibilidad y no requiere una inversión inicial significativa. La decisión depende de las circunstancias y metas individuales.
«Busca un trabajo estable, no emprendas un negocio»: Tanto el empleo estable como el emprendimiento tienen sus propias ventajas y desafíos. Si bien un trabajo estable puede proporcionar seguridad financiera y beneficios adicionales, el emprendimiento ofrece la posibilidad de autonomía, creatividad y mayores ganancias potenciales. La elección depende de las preferencias personales, la tolerancia al riesgo y la disposición para asumir responsabilidades adicionales.
«El trabajo dignifica»: Si bien el trabajo puede brindar un sentido de propósito y realización personal, no tiene nada que ver con la dignidad. Todas las personas, independientemente de si tienen un trabajo remunerado o no, merecen respeto y valoración. La dignidad proviene de la propia valía como ser humano, y no debe estar condicionada por el empleo o la falta de él.
«El dinero no da la felicidad, pero la facilita»: Si bien el dinero puede brindar comodidades materiales y acceso a ciertas experiencias, no es el único factor que contribuye a la felicidad. La felicidad se deriva de múltiples aspectos de la vida, como las relaciones personales, el bienestar emocional, la salud, el crecimiento personal y la conexión con el propósito de vida. El dinero puede facilitar ciertos aspectos de la felicidad, pero no es la fuente exclusiva de ella.
«Hay que ahorrar por si un día…»: Ahorrar es importante para tener seguridad financiera y prepararse para emergencias, pero también es esencial disfrutar del presente. En lugar de ahorrar sin cesar por el futuro incierto, es recomendable encontrar un equilibrio entre ahorrar para metas a largo plazo y permitirse experiencias y placeres en el presente. El ahorro responsable y planificado es valioso, pero no debe convertirse en una fuente de ansiedad constante.
«Dios mío, no hagas eso que te vas a matar»: Esta afirmación está cargada de miedo y exageración. Aunque es importante tener precaución y considerar los riesgos, es necesario evaluar cada situación de manera objetiva. La sobreprotección y el miedo excesivo pueden limitar el crecimiento personal y la capacidad de aprender a través de la experiencia. Es fundamental equilibrar la prudencia con la exploración y el desarrollo personal.
En resumen, al cuestionar las afirmaciones que nos han inculcado, vemos que la vida es mucho más compleja y diversa de lo que nos han hecho creer. Cada persona tiene su propio camino hacia la felicidad y el éxito, y es importante cuestionar las convenciones sociales para encontrar nuestra propia verdad. Al desafiar estas creencias arraigadas, nos liberamos de limitaciones y abrimos la puerta a una vida más auténtica y enriquecedora.
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