Como algun@s ya sabréis, en Alas en la Mochila ponemos especial esmero en la selección de las personas que viajarán en cada una de nuestras Experiencias Mochileras. ¿Te has planteado por qué hacemos esto?
Porque para nosotros, estas experiencias van más allá de ser una travesía geográfica, son también viajes hacia la profundidad de cada viajer@ y de las relaciones humanas que se establecen.
Cuando emprendemos el viaje, no solo exploramos nuevos territorios, sino también la posibilidad de forjar conexiones inolvidables. Compartir experiencias, desafíos y momentos de asombro con compañer@os de viaje crea la base para relaciones auténticas y duraderas. Desde compartir risas alrededor de una fogata hasta enfrentar junt@s los desafíos del camino, cada conexión se convierte en un tesoro precioso de nuestro viaje personal.
Las aventuras nos ofrecen un terreno fértil para el crecimiento personal y las relaciones interpersonales. Ya sea que nos encontremos visitando poblados o realizando actividades de aventura, la conexión con tus compañer@s de viaje se convierte en un catalizador para el cambio. Estas experiencias compartidas fortalecen los lazos y enriquecen nuestras vidas de maneras que la rutina diaria a menudo no permite.
Cada compañer@ de viaje aporta una perspectiva única y valiosa. En nuestras experiencias en Senegal y Gambia, nos encontramos con viajer@s que vienen de diferentes partes del país, cada uno con su propia historia y bagaje cultural. Estas interacciones nos enseñan la importancia de la diversidad, expandiendo nuestros horizontes y enriqueciendo nuestra comprensión del mundo.
Una vez acaba el viaje, siempre mantenemos el grupo de whatsapp, desde el que compartimos nuestras impresiones al llegar a casa, nos enviamos las fotos que hicimos cada uno, comentamos, nos reímos. Es una oportunidad de mantener el contacto para emprender nuevas aventuras o hacernos una visita de vez en cuando.